Historía de las reservas naturales

El primer parque nacional de la historia fue el Parque Nacional de Yellowstone, fue fundado en 1872 para preservar 8.983 km² de un bosque con condiciones geotérmicas únicas localizado en el oeste de Estados Unidos.
Desde entonces, se han creado numerosos parques nacionales y reservas en todo el mundo, cada uno de estos parques protegen diversas zonas que se caracterizan por su historia o otras protegen entornos naturales o varias especies de animales en extinción.
Los parques naturales protegen una amplia gama de fauna y flora marítima y terrestre, desde la tundra ártica hasta las sabanas tropicales.

Aunque el parque Nacional de Yellowstone se considera el primer parque nacional, no fue el primer parque preservado por la ley federal de Estados Unidos. Abraham Lincon firmó en 1984 una concesión por la que entregaba 3.079km² del valle de Yosemite al estado de California.
En 1890 se declararon otros tres parques nacionales en Estados Unidos: el Parque nacional de Yosemite(1890), dentro del ámbito montañoso de sierra Nevada, el parque Nacional de las Secuoyas, también en California, que protege 1.628km² de gigantescas secuoyas en la vertiente occidental de Sierra Nevada y el parque Nacional del Monte Rainier(1899), que abarca 953 Km² en los que se hallan 26 grandes glaciares y antiquísimos bosques de abetos.
En 1916 el Congreso de Estados Unidos creó el Servicio de Parques Nacionales para poder atender el creciente número de parques nacionales que salían a la luz.

Más tarde se crearon grandes reservas en varios países se empezaron a crear estos sistemas de parques nacionales, en 1911 este movimiento se empezó a iniciar en Canadá y en 1930 se acentuó la Ley de Parques Naturales.
En 1917 México creó el primer parque nacional mexicano, más tarde se fundaron 40 parques y 7 reservas.
Los primeros parques naturales Argentinos datan en 1903, 1980 se definió en Argentina tres tipos de áreas protegidas: parques naturales, monumentos nacionales y reservas naturales.
El conservacionismo recibió un impulso en Suecia con la creación de dos parques nacionales en 1909; el Parque nacionales Abisko, con 78km², y el parque nacional Peljekajse, con 153km².
España preservó una colección de valles, praderas, acantilados de caliza y terreno alpino de 155km² en el parque nacional de Ordesa, meses después del Parque nacional de Covadonga.

Muchos países europeos utilizaron los parques nacionales para recuperar áreas devastadas por la industrialización y repoblar especies animales que estaban al borde de la extinción, por ejemplo Suiza introdujo el lince en el Parque nacional Suizo para controlar las poblaciones de ciervo rojo.


La fauna salvaje africana ha sido cazada despiadadamente desde finales del siglo XIX hasta bien entrado el s.XX.
Hacia l920 los cazadores de montería habían diezmado a poblaciones enteras y los colonos habían deforestado grandes extensiones de terreno. La antaño enorme manada de elefantes fue reducido a 11 ejemplares, el antílope bontebok fue reducido a unos 30 ejemplares y también la cebra se enfrentaba a la extinción.
Sudáfrica tomó las primeras medidas para invertir la tendencia creando parques y reservas. El parque Nacionales de elefantes Addo, en 1931 de 241km², alberga 200 ejemplares entre los que se encuentran, búfalos, rinocerontes negros y 180 especies de aves.
El Parque nacional de Bontebok es un santuario de 31km² para más de 300 antílopes y especies vegetales.
El parque nacional Monte Cebra protege a 200 cebras de montaña, varios antílopes y aves, tiene 62km². En Kenia se destaca la Reserva Nacional Marsabit creada en 1940 dispone de 360km² donde se encuentran elefantes y antílopes Kudu.
La mayoría de los safaris africanos organizados en parques y reservas son de ámbito turístico, los safaris fuera de los limites de los parques nacionales ayudan a controlar las poblaciones de animales que no están amenazadas de extinción.
Aun así hoy en día la caza juega un papel económico y medioambiental en el continente